El conflicto de la Agricultura: Actividad Lucrativa o Desarrollo Sostenible?

Publicado en Revista Ambiente Siglo XXI - ONG Econciencia
Autora Rosalía Paz

La agricultura es la base del desarrollo de la civilización humana, definiéndose como el arte de cultivar la tierra. Esta actividad comprende un conjunto de acciones humanas que transforman la naturaleza, con el fin de hacerla más apta para el crecimiento de las plantas cultivadas. Es mediante la labor de la tierra y el cultivo de vegetales que producimos los recursos necesarios para sostener nuestra subsistencia, en especial los alimentos. Es una actividad de gran importancia estratégica como base fundamental para el desarrollo autosuficiente y riqueza de las naciones.

La agricultura implica el uso de la tierra para fines productivos. Desde sus orígenes, el hombre viene explotando los recursos naturales a fin de obtener las materias primas para su desarrollo y progreso (alimentos, lana, cueros, madera, etc.). En los últimos siglos, debido a la explosión demográfica de la población humana y a la consecuente necesidad de producir más alimentos, se han acentuado las presiones ejercidas sobre la naturaleza.

Durante la década de los 70, ante este panorama de hambre inminente, fueron promovidos programas de cooperación internacional a fin de desarrollar tecnologías que mejoraran los rendimientos de los cultivos más importantes del mundo (como el arroz, el trigo y el maíz). Este fenómeno fue conocido mas tarde como Revolución Verde, e implicaba entre otras cosas el desarrollo de cultivares mejorados genéticamente para obtener alto rendimiento, que, junto con un “paquete tecnológico” a base de fertilizantes, agroquímicos, irrigación y maquinaria agrícola, lograron incrementar considerablemente los rendimientos por hectárea de los cultivos.

el conflicto de la agricultura 1

Es innegable el avance que proporcionó la Revolución Verde para mitigar el hambre. Sin embargo en la actualidad sus logros son muy cuestionados debido a que las tecnologías fueron tomadas y desarrolladas por grandes multinacionales que ofrecían el “paquete tecnológico” a fin de aumentar la lucratividad de grandes extensionistas, despreciando las necesidades locales de los pequeños y medianos productores.

Actualmente en Argentina existen dos modelos agrícolas predominantes: la Agricultura Familiar y la Agroindustria. Estos dos modelos difieren considerablemente según sus objetivos y sostenibilidad.

  • La Agricultura Familiar, tiene sus bases en el desarrollo de la familia rural. Generalmente son pequeños y medianos propietarios de tierra donde la mano de obra en muchos casos es la misma familia rural (ayudada por obreros rurales cuyas familias también viven en el campo). Se caracterizan por una gran diversificación de los cultivos, rotación de la agricultura con la ganadería (óptimo para el ciclado de los nutrientes en la tierra) y procesamiento a pequeña escala de productos rurales (dulces, conservas, carne, etc). Abastecen sobre todo al mercado interno del país. En este sistema el principal capital es el desarrollo social y la capacidad humana antes que el capital financiero y se basa en el cuidado de los recursos naturales y de las costumbres regionales.
  • La Agroindustria, por su parte, tiene por objetivo la lucratividad de la actividad agrícola. Es llevada a cabo por grandes extensionistas y/o inversionistas que alquilan las tierras. Este sistema se basa en una búsqueda constante de mayores rendimientos lucrativos a costas de una sobreexplotación del suelo. Se caracteriza por extensos monocultivos, el uso de elevadas dosis de agroquímicos y pérdida de biodiversidad. El principal mercado en este caso es el mercado exterior, más rentable. Esta actividad, al ser especulativa, no tiene en cuenta el impacto ambiental, dejando tras sí una estela de ríos contaminados, suelos deteriorados y pérdida de los cultivos locales y biodiversidad.

En Argentina, el principal modelo agrícola hasta hace algunas décadas fue la Agricultura Familiar. Sin embargo, las oscilaciones económicas del país sumadas a políticas de desarrollo rural deficientes (deterioro de la educación, salud, servicios, transporte como ferrovías) han llevado a un aumento de los costos de vida en el medio rural. Los pequeños y medianos productores, endeudados y sin posibilidades de crecimiento, terminan arrendando, vendiendo o perdiendo sus tierras dando paso a la entrada de la Agroindustria.

 

el conflicto de la agricultura 2El último censo rural realizado en 2002 (Censo Nacional Agropecuario) brindó resultados alarmantes indicando que el agro argentino se fue transformando a paso acelerado en una “agricultura sin agricultores”. Se observó que las unidades productivas que se perdieron fueron las de menos de 200 hectáreas, en cambio aumentaron las que presentaban entre 1000 y 2500 hectáreas. Esa evolución de la propiedad y manejo de la tierra refleja la desaparición de la agricultura familiar en el país. También reflejó una reducción en el número de propietarios pasando de 421 mil unidades explotadoras registradas en 1988 a 333 mil en el año del censo (una reducción del 21 %). Además se observó una disminución de la cantidad de hectáreas explotadas por sus propietarios, y un crecimiento de la superficie explotada bajo distintos tipos de contratos (arrendamiento, aparcería, contrato accidental, fideicomisos de inversiones).

Estas estadísticas solo llaman a la reflexión acerca de la hipoteca que estamos haciendo de nuestro futuro. Actualmente la lucratividad del modelo cierra económicamente por que no se tiene en cuenta el costo ambiental. Este costo, tarde o temprano lo tendrán que pagar nuestras próximas generaciones.

PDF: Revista Ambiente Siglo XXI. N° 06. Octubre.pdf

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Un sitio web WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: